viernes, 30 de noviembre de 2012

Un hecho insólito en el raudal




Mi nombre es Christian Kent, C.I. 1.861.678, ciudadano paraguayo. Quiero constatar un hecho insólito que tuvo lugar en el barrio Mbachio de Lambaré mientras visitaba a un amigo y tomábamos un par de caipirinhas.
El hecho guarda relación con los recientes raudales que entre otras cosas se llevaron bolsas de basura, postes de luz, autos, casas y hasta un par de compatriotas que siguen desaparecidos (Q.E.P.D).
Después de la décima caipirinha comenzamos a ver con mi amigo un caudaloso río color marrón que crecía en dirección a nosotros. Una hora más tarde nadábamos hacia la botella semivacía de Velho Bareiro que quería escaparse por la ventana; por suerte el pequeño hijo de mi socio tenía un equipo de snorkel de juguete que utilizamos para bajar a buscar más limones en la heladera que no podía ascender por culpa del cable.
En eso veo una sombra bajo el agua atrás de mi amigo que pasa con una velocidad increíble. Tomo suficiente aire, me sumerjo y me quedo esperando. Después del tercer intento apareció el tercer habitante de la casa, pude ver unas enormes agallas formando una cara redonda y verde. Los dedos de sus manos y sus pies estaban unidos con membranas que le permitían impulsarse bajo el agua como una bala. Sus patas son como las patas de una rana, musculosas, ideales para nadar bajo el agua y saltar alto en la tierra.
Traté de contárselo a mi amigo pero solamente burbujas salían de mi boca, cuando el hombre rana le agarra de la muñeca y se lo lleva raudal abajo - río abajo - probablemente a una reserva de agua en las profundas entrañas de la tierra.
No hago la denuncia porque tengo miedo de que me encierren por loco, pero sé que lo que he visto es cierto y mi amigo sigue desaparecido.