jueves, 15 de septiembre de 2011

Nevermind cumple 20



InRocks, la Rolling, y otras revistas roqueras de culto, 20 años después de la aparición de un disco que Geffen Records publicaría con cierta timidez (45.000 ejemplares) y que inesperadamente, tiró todas las expectativas a la mierda reemplazando a Dangerous de Michael Jackson del primer lugar y vendiendo más de 500.000 ejemplares a final del año 1991, reservan sus tapas para el trío de Seatle conformado por un largo y descordinado descendiente de croatas llamado Kris Novoselic, un rubito zurdo que vivía en su auto por no pagar la renta llamado Kurt Cobain y Dave Grohl, otro misfit de la ciudad más tóxica de USA con gran talento para la música.
Con títulos como Territorial Pissing y letras enigmáticas que su autor decía no saber de donde venían, que simplemente las escribía en un cuaderno, y un concepto musical que cerrucha la estantería del mainstream roquero de las últimas dos décadas con una sucesión de 4 acordes de 5ta y un coro que repite: Hello, hello, hello, hello! Al ser consultado Kurt sobre esto responde: "Quisimos reparar las cagadas que se hicieron en nombre del rock".
Es cierto que no inventaron nada nuevo, Kurt escuchaba ya los temas de Vaseline, habían teloneado a Mudhoney, L7 y otros gérmenes grunge que ya sonaban años antes de la época de Bleach. Y si queremos buscarle la vuelta, en las composiciones de Nirvana está presente Neil Young, está Bowie (Kurt escribió en su cuaderno, entre las 50 cosas que más le gustaban en el mundo, "The man who sold the world" de la que luego haría uno de los mejores covers de la historia) y todo el punk y post punk que le antecede en la tradición garagesística con los obvios nombres de Sex Pistols, Ramones, Misfits, Dead Kennedys, Iggy Pop, etc.
Pero algo pasó con Nevermind, algo que no había pasado hasta entonces, el rock se hizo pop, se volcó a las masas, se hizo accesible a todo el mundo, y además recuperó esa esencia de irresponsabilidad y de autodestrucción que se había olvidado entre tanto papeleo y partitura que nos legaron los grupos con nombres geográficos como Europe, África y toda esa pedorrada western del más rápido del oeste. Aparecían estos tres pendejos harapientos con un mensaje nada claro, pero con una actitud muy sincera que nos presentaba nuevos escenarios, una pendeja adicta al crack llamada Polly, una canción romántica que expresaba el deseo del sujeto de ser violado por su amigo, y el himno de los 90 que se llama como un desodorante: Smell like teen spirit.
La revolución nirvanera, el come as you are, vení como sos, creo un efecto de masas, era mucho más fácil identificarse con Kurt que se rompía el antebrazo contra la batería de Grohl y escondía su tímida cara detrás de su cabello que con esos míticos monstruos del inframundo kitsch como Gene Simons y su lengua de lagartija. Los enormes conciertos que escupen fuego del escenario dieron lugar a los gig de bares y sotanos, el cantante inalcanzable se tira al público antes de ser garroteado por su propio seguridad, el solo de 200 notas por segundo se abre para darle la silla a la guitarra de Kurt, una lucha incansable entre una mano inútil y una cabeza genial.
Probablemente Kurt nunca fue conciente de la dimensión de este fenómeno. Ocho meses antes de la edición de Nevermind, no tenía ni un duro, su inquilino le echó a la calle y vivía primero en su auto y luego en lo de la familia Novoselic. En poco tiempo hubo habitaciones de hotel, autógrafos, fama, giras, y Nirvana se convirtió en algo más grande que lo que tenía entre manos. En el 94, Kurt, se va por la puerta grande, dejando entre nosotros una de las obras artísticas más representativas de esa generación, un disco que se convirtió en religión, en la voz de una eterna adolescencia con olor a desodorante barato y feromonas desorbitadas.

DISCOGRAFÍA (click en la imagen, EN LA IMAGEN!!! puta)


Bleach (1989)


















Nirvana (1991)


1992 Incesticide


In Utero (1993)


1994 Unplugged New York (póstumo)